El término empowerment, traducido al español como empoderamiento, se refiere a un enfoque organizacional que otorga poder a los empleados, permitiéndoles autogestionar tanto su trabajo como los recursos necesarios para realizarlo de manera efectiva. Esto incluye la capacidad de cumplir con estándares de calidad, fomentar la confianza y aumentar la productividad. Como resultado, los empleados se sienten automotivados, autónomos y responsables en sus funciones.
Este concepto surge como una respuesta al liderazgo tradicionalmente vertical, promoviendo en cambio un liderazgo compartido dentro de la organización. Entre las principales ventajas de esta práctica se destaca el desarrollo y aprovechamiento de los talentos y habilidades del personal. Además, el empowerment facilita la eliminación de líneas de demarcación y restricciones, tanto en la realización del trabajo como en la toma de decisiones. Esto conduce a una mejor actitud por parte de los empleados al desempeñar sus funciones, lo que a su vez se traduce en un aumento de la productividad y la calidad.
De igual manera, el empoderamiento otorga al talento humano mayor flexibilidad y libertad para pensar, lo que resulta esencial para fomentar la creatividad y la innovación dentro de la organización. Además, esta práctica permite una resolución más rápida de quejas y reclamos, tanto de clientes internos como externos, contribuyendo así a la mejora continua de la empresa.
En entornos complejos y en constante cambio como las universidades en Colombia, el empoderamiento del talento humano se vuelve imprescindible, ya que no solo se aplica al personal administrativo, sino también a los académicos y estudiantes, fomentando un liderazgo compartido que es clave para alcanzar el éxito institucional. Al empoderar a los académicos, se les otorga mayor autonomía para innovar en sus métodos de enseñanza, investigar y colaborar, lo que puede resultar en un entorno académico más dinámico y productivo. Por su parte, el empoderamiento de los estudiantes los convierte en agentes activos de su propio aprendizaje, lo que implica que desde lo académico se le debe brindar las herramientas y la libertad para participar en la toma de decisiones académicas, desarrollar proyectos propios y colaborar en investigaciones, permitiendo ello, que no solo adquieren conocimientos, sino que también desarrollan habilidades críticas como la autogestión, la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Finalmente, el empowerment es un enfoque transformador que, cuando se aplica en entornos universitarios, puede redefinir las dinámicas de liderazgo, mejorar la innovación y creatividad, y aumentar la resiliencia organizacional esencial para el éxito y la relevancia institucional.
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  • Spreitzer, G. M. (1995). Psychological empowerment in the workplace: Dimensions, measurement, and validation. Academy of Management Journal, 38(5), 1442-1465.

Por Yaliangélica Briceño, Coordinadora de Técnicas Laborales Unisabaneta