Forbes relata cómo Jeff Bezos, fundador de Amazon, decidió apostar por empresas emergentes como Swiss-Mile y Figure AI, destacadas por sus avances disruptivos en automatización avanzada e integración de tecnologías inteligentes en la vida cotidiana.
En 2024, Bezos, reconocido como el segundo hombre más rico del mundo, reafirmó su reputación como pionero en el ámbito tecnológico al realizar inversiones clave en inteligencia artificial y robótica autónoma. Tras un historial exitoso con inversiones tempranas en gigantes como Airbnb y Uber, volvió a llamar la atención al respaldar startups dedicadas a transformar la interacción entre humanos y máquinas. Según Forbes, entre las seleccionadas destacan Swiss-Mile y Figure AI, ambas enfocadas en soluciones robóticas innovadoras.
La afinidad de Bezos por estas tecnologías no es fortuita. Durante su liderazgo en Amazon, supervisó adquisiciones estratégicas como Kiva Systems en 2012 y Canvas Technology en 2019, empresas que marcaron un antes y un después en la automatización logística. Sin embargo, 2024 señaló un giro en su estrategia: Bezos dirigió su atención hacia robots autónomos con capacidades avanzadas, capaces de operar sin supervisión humana, desde tareas industriales hasta aplicaciones en entornos compartidos.
Para Bezos, la robótica va más allá de ser una herramienta; representa el próximo gran salto en la evolución tecnológica. Según Kjartan Rist, socio fundador de la firma de inversión Concentric, visionarios como Bezos buscan adelantarse y liderar el desarrollo de tecnologías que definirán el futuro. Este enfoque estratégico deja claro que su objetivo no es solo innovar, sino estar en la cúspide de la revolución de la autonomía robótica.
Una de sus inversiones más destacadas en 2024 fue Swiss-Mile, una startup originada en el prestigioso Instituto Federal de Tecnología de Zúrich (ETH Zurich). Swiss-Mile desarrolla robots altamente versátiles, capaces de realizar tareas como transportar paquetes, abrir puertas y desplazarse eficientemente por entornos urbanos. Este nivel de sofisticación refleja el tipo de tecnología que Bezos considera fundamental para el futuro, tanto en términos industriales como en la vida diaria.
En agosto de 2024, Jeff Bezos co-lideró una ronda de financiamiento de 22 millones de dólares para Swiss-Mile, luego de una reunión que dejó una impresión duradera en Marko Bjelonic, CEO de la empresa suiza. “Me sorprendió lo tranquilo y paciente que fue”, comentó Bjelonic a Forbes, refiriéndose a una videollamada con Bezos que terminó durando el doble de lo planeado. Durante la conversación, Bezos mostró un notable interés por explorar el potencial de la robótica autónoma más allá de los usos tradicionales en logística.
Swiss-Mile no es simplemente una startup tecnológica. La compañía también está probando sus robots en las calles de Zúrich, con miras a perfeccionar sus capacidades para resolver los desafíos del transporte de última milla, un segmento que encaja perfectamente con la experiencia logística de Amazon, acumulada durante décadas.
Impulsando la revolución de la robótica humanoide
Además de Swiss-Mile, Bezos también apostó por Figure AI, una empresa dedicada al desarrollo de robots humanoides para aplicaciones industriales y domésticas. Aunque la compañía no ofreció comentarios sobre la inversión, fuentes cercanas a Forbes confirmaron la participación de Amazon Ventures, el brazo de capital de riesgo de Amazon, en esta ronda de financiamiento.
La inversión en robots humanoides refleja el interés por integrar inteligencia artificial avanzada en tareas cotidianas. Estas máquinas podrían interactuar con humanos en entornos semiestructurados, como hospitales, almacenes o incluso hogares. Según Deepak Pathak, cofundador de Skild AI, este avance representa «la próxima gran frontera para la inteligencia artificial», una visión que coloca a Bezos en el epicentro de esta transformación.
Más allá de los robots: un enfoque diverso
Aunque la robótica fue uno de los puntos clave de su estrategia en 2024, Bezos también dirigió su atención a otras áreas de la inteligencia artificial. Entre sus inversiones destacan Perplexity AI, un motor de búsqueda basado en IA, actualmente bajo escrutinio por cuestiones legales, y Tenstorrent, una startup que compite con Nvidia en el diseño de chips de alto rendimiento.
El portafolio de Bezos no se limitó al ámbito tecnológico. También invirtió en sectores menos convencionales, como la fintech Outgo y Magnolia, una plataforma enfocada en brindar soporte a cuidadores. Estas decisiones subrayan su interés por diversificar su estrategia e incluir soluciones con impacto social y financiero.
El futuro de la robótica autónoma
Aunque las empresas de robótica en las que Bezos ha invertido se encuentran en etapas tempranas, el potencial de sus tecnologías es innegable. “Los robots podrían asumir tareas peligrosas que ya casi nadie quiere realizar, como la minería, o colaborar con humanos en hospitales y almacenes”, señaló Bjelonic a Forbes.
Sin embargo, el desafío no es solo tecnológico, sino también comercial. Bjelonic describió el mercado de la robótica autónoma como un “océano azul” que todavía debe probar su viabilidad económica. A pesar de esto, el respaldo de Bezos proporciona a estas startups un valioso impulso en forma de capital, atención mediática y credibilidad, elementos clave para consolidar su futuro.