Xiaomi está acelerando su carrera en el coche eléctrico con una estrategia clara: sacrificar beneficios ahora para conquistar el mercado mañana. Como hizo Amazon
Xiaomi no está jugando el juego de la rentabilidad inmediata en el mercado del coche eléctrico. Sus últimos resultados trimestrales son contundentes: ingresos de 111.300 millones de RMB (¡un 47,4% más interanual!) y un beneficio neto ajustado de 10.700 millones (+64,5%). Sin embargo, la verdadera historia está en un dato que a muchos les chirriaría: sus coches eléctricos ya representan un 16,7% de su facturación total, pese a seguir generando pérdidas operativas.
¿Por qué Xiaomi está perdiendo dinero a propósito?
La respuesta es sencilla y a la vez, una jugada maestra: está replicando el modelo de Amazon. Al igual que el gigante del e-commerce o incluso Tesla en sus inicios, Xiaomi está sacrificando beneficios hoy para dominar el mercado mañana. No buscan una victoria rápida, sino la conquista a largo plazo de un sector crucial.
Cada coche que Xiaomi vende, aunque aún sea deficitario, lo es cada vez menos. En el primer trimestre, lograron reducir las pérdidas por unidad mientras incrementaban su producción, entregando 75.869 vehículos, un 8,9% más que el trimestre anterior. Esta es una estrategia deliberada: invertir fuertemente ahora para recoger los frutos de la dominación más adelante. Pensemos en Amazon, que pasó dos décadas sin ver beneficios hasta que se consolidó como el rey indiscutible del comercio electrónico, o Tesla, que tardó años en alcanzar la rentabilidad.
Visión de futuro: Más que coches, un ecosistema
La ambición de Xiaomi va más allá de fabricar coches. Se trata de una visión de futuro, de construir un modelo de negocio robusto y sostenible. Han demostrado una velocidad impresionante, pasando del concepto a la calle en menos de tres años. Y ahora, exhiben una paciencia estratégica.
La empresa china no busca el beneficio rápido; su objetivo es consolidarse como un actor de peso en la industria automotriz global, y especialmente en China. Prueba de ello es su inversión de más de 100.000 millones de RMB en I+D desde 2021, con planes de duplicar esa cifra para 2030.
La ventaja competitiva de Xiaomi: No juega solo
Mientras otros ven pérdidas, Xiaomi ve la construcción de un imperio. A diferencia de muchos de sus predecesores, Xiaomi no parte de cero. Ya cuenta con una sólida red de distribución, una base tecnológica diversificada (desde teléfonos hasta electrodomésticos) y, lo más importante, el respaldo de un Estado que prioriza las industrias estratégicas. Xiaomi no está compitiendo en solitario; tiene el viento a favor.
En un mercado de coches eléctricos en pleno reordenamiento, con competidores como Nio o Xpeng luchando por su espacio, la paciencia y el músculo financiero de Xiaomi son sus activos más valiosos. Parece que han entendido antes que nadie lo que significa competir en este sector en 2025: no es una carrera de velocidad, sino de resistencia.
¿Será Xiaomi el gran ganador de esta carrera a largo plazo? El tiempo lo dirá, pero su estrategia, inspirada en gigantes como Amazon, los posiciona como un contendiente formidable.