El pasado 1 de octubre, un pequeño asteroide sorprendió a la comunidad científica al pasar a solo 428 kilómetros de la superficie terrestre, una distancia inferior a la que orbitan muchos satélites artificiales y mucho más cerca que la Estación Espacial Internacional. 


Estudia Ciencias Aeronátucias en Unisabaneta, o Administración Aeronáutica.


Alvaro Abril, Coordinador de Comunicaciones, UNISABANETA

El objeto, denominado provisionalmente 2025 TF, tenía un diámetro estimado entre uno y tres metros, aproximadamente el tamaño de un automóvil pequeño. Aunque su tamaño era demasiado reducido para causar daños en caso de impacto —pues se habría desintegrado al entrar en la atmósfera—, el hecho de que pasara inadvertido pone de relieve la vulnerabilidad de nuestros sistemas de detección astronómica.

Pero más allá de la distancia, lo que llama la atención de los astrónomos es que el asteroide no fuera detectado sino hasta seis horas después de su paso, cuando los datos del programa estadounidense Catalina Sky Survey revelaron su trayectoria. La confirmación llegó desde el Observatorio Kitt Peak-Bok, en Arizona, a las 06:36 UTC, según reportó Science Alert.


☄️ ¿De dónde vienen los asteroides?

Los asteroides son remanentes del proceso de formación del Sistema Solar, hace más de 4.600 millones de años. Son fragmentos de roca, metal y polvo que nunca llegaron a unirse para formar un planeta. La mayoría se encuentran en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, aunque algunos se desvían por perturbaciones gravitacionales y terminan en trayectorias cercanas a la Tierra.

Estos cuerpos errantes son testigos fósiles de los primeros días del cosmos, conservando en su interior materiales primitivos que apenas han cambiado desde el nacimiento del Sol.


🪨 ¿De qué están hechos?

Su composición varía según su origen y ubicación, pero generalmente se dividen en tres tipos principales:

  1. Asteroides rocosos (tipo S) – Formados principalmente por silicatos y níquel-hierro. Son comunes en la parte interior del cinturón de asteroides.

  2. Asteroides carbonáceos (tipo C) – Contienen materiales ricos en carbono, agua y compuestos orgánicos. Se cree que muchos cometas y asteroides de este tipo fueron los encargados de traer agua y moléculas orgánicas a la Tierra primitiva.

  3. Asteroides metálicos (tipo M) – Están compuestos en gran parte por hierro y níquel. Se piensa que son fragmentos del núcleo de antiguos protoplanetas destruidos por colisiones.


🌍 Un recordatorio cósmico

Aunque este asteroide no representó peligro alguno, su paso tan cercano demuestra que el espacio cercano a la Tierra está más activo de lo que imaginamos. Miles de objetos menores cruzan nuestras inmediaciones cada año, y solo una fracción es detectada con anticipación.

Cada evento como este es una llamada de atención para reforzar la vigilancia astronómica global y comprender mejor la dinámica de estos viajeros espaciales que, silenciosamente, siguen orbitando entre nosotros.

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Fuentes: Science Alert, Jet Propulsion Laboratory y NASA