Miguel Ángel Hernández Ocampo, Coordinador de CDT en Unisabaneta

La ciberdelincuencia es una amenaza creciente y cada vez más sofisticada para las empresas y los individuos. Los ciberdelincuentes utilizan una variedad de tácticas, incluyendo el robo de información personal y financiera, el fraude, el chantaje y la extorsión, y los ataques de denegación de servicio (DoS) y denegación de servicio distribuido (DDoS).

La ciberdelincuencia puede tener consecuencias devastadoras, como la pérdida de datos confidenciales, daños a la reputación, interrupción del negocio y costos legales y de recuperación. Además, los ciberdelincuentes pueden utilizar la información robada para cometer otros delitos, como el fraude de identidad y el robo de fondos.
La ciberdelincuencia no discrimina y puede afectar a cualquier persona o empresa, independientemente de su tamaño o ubicación. Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) son especialmente vulnerables, ya que a menudo no disponen de los recursos necesarios para invertir en medidas de ciberseguridad avanzadas. Sin embargo, incluso las grandes empresas y organizaciones pueden ser vulnerables a los ciberataques, como lo demuestran los recientes ataques a empresas financieras en Europa y América Latina.
Desde CCSI queremos ayudar en la protección contra los ciberdelincuentes y para tal efecto consideramos importante que las empresas y los individuos adopten medidas de ciberseguridad avanzadas, incluyendo:
·         Implementar medidas de seguridad de extremo a extremo, como firewalls, enrutadores y access points.
·         Utilizar software de seguridad actualizado, como antivirus, antimalware y sistemas de detección de intrusiones.
·         Realizar copias de seguridad regulares de los datos importantes y almacenarlos en un lugar seguro.
·         Proporcionar formación y concienciación sobre ciberseguridad a los empleados y a los usuarios finales.
·         Implementar políticas de contraseñas seguras y utilizar la autenticación multifactor (MFA).
·         Colaborar con autoridades reguladoras y agencias de ciberseguridad para compartir información.
La ciberdelincuencia es una amenaza real y creciente que requiere una acción urgente. Las empresas y los individuos deben adoptar medidas de ciberseguridad avanzadas para protegerse contra los ciberdelincuentes y minimizar el riesgo de ciberataques.
La colaboración entre autoridades reguladoras, agencias de ciberseguridad y el sector privado es crucial para abordar esta amenaza y proteger a las empresas y a los individuos de los ciberdelincuentes.
Escrito por: Miguel Ángel Hernández Ocampo, Coordinador de CDT, Unisabaneta